Son muchas las mujeres que, por diversas circunstancias, toman anticonceptivos para evitar quedarse embarazadas. Hay una amplia variedad, nos centramos en uno. Los anticonceptivos orales protegen del cáncer de ovario. Un amplio estudio con más de 256.000 mujeres nacidas entre 1939 y 1970 ha comprobado que optar por este tratamiento disminuye notablemente el riesgo de cáncer de ovario. Y más todavía, también el de endometrio.
La Universidad de Uppsala (Suecia) ha sido la encargada de este estudio. Entre sus conclusiones destaca que la incidencia de estas dos enfermedades se reduce hasta en un 50%. Incluso esta protección continúa hasta 35 años después de haberlos dejado de tomar. Los datos se reflejan tras comparar mujeres que habían tomado este tipo de anticonceptivos con otras que no lo habían hecho. Entre sus otras utilidades están ayudar contra el acné e incluso aliviar los síntomas del trastorno disfórico premenstrual.
Sube el cáncer de mama
Pero no todo es color de rosa. Los anticonceptivos orales protegen del cáncer de ovario. Sin embargo, tomar esta píldora produce un ligero aumento de las probabilidades de sufrir cáncer de mama. Un problema que desaparece al poco tiempo de suspender la medicación. Además, la lista de posibles efectos secundarios es larga. Náuseas, vómitos, diarrea, gingivitis o el acné son algunos de ellos. También puede generar crecimiento del vello en lugares inusuales, cambios en el flujo menstrual, una inflamación de la vagina o el aumento o pérdida de peso.
Hay algunas reacciones poco comunes pero que también pueden darse. Una de las más graves es que aumenta la posibilidad de que se desarrollen tumores en el hígado. Pese a que en ningún caso se tratará de un cáncer, sí pueden provocar un sangrado importante dentro del cuerpo. Una advertencia importante. Si es fumadora, bajo ningún concepto debería tomar los anticonceptivos orales. Puede llegar a causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
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