La pandemia ha conllevado el uso obligatorio de la mascarilla. Su utilización protege frente al coronavirus, pero es un hecho que con ella puesta escuchamos peor. Este es el problema más incómodo, no el único. Las gomas pueden llegar a ser muy molestas y causar dolor en las orejas, por no decir la facilidad con la que se empañan las gafas. Para tratar de solucionar algunas de estas cuestiones, la Universidad de Illinois Urbana-Champaign ha elaborado un estudio para conocer las mascarillas con las que mejor se escucha.
El trabajo, publicado en The Journal of the Acoustical Society of America, ha revelado que las mejor rendimiento de audición ofrecen son las quirúrgicas desechables. En este análisis se probaron todos los tipos, desde las higiénicas hasta las quirúrgicas, pasando por las de tela o las que tienen las pequeñas ventanas de plástico alrededor de la boca. Para obtener los resultados, los investigadores utilizaron un altavoz especial que se construyó a medida y que tenía la forma de una cabeza humana.
A continuación pusieron las diferentes mascarillas en el altavoz y reprodujeron el mismo sonido en todas las pruebas. Este fue el método porque emplear a personas reales tiene mucha más complejidad. Y es que hay menos posibilidades de repetir los sonidos porque es muy difícil que una persona diga lo mismo dos veces de la misma manera.
Las que más voz tapan
El informe revela las mascarillas con las que mejor se escucha, pero también las que más voz tapan. Todas estas piezas, en mayor o menor medida, amortiguan el sonido que emitimos al pronunciar consonantes. Las que incorporan una pequeña ventana transparente, pese a sus ventajas para las personas con problemas de audición, bloquen la mayor parte del sonido. Las de algodón, por su parte, tienen la capacidad de parar gran parte de las gotas que expulsamos al hablar, y justo por eso impiden una salida clara de los sonidos.
La conclusión final del estudio es que las mascarillas no bloquean completamente el sonido, más bien lo desvían de la boca. Este es un buen hallazgo ya que implica que un simple dispositivo de amplificación de la voz puede hacer que salga lo que las mascarillas ocultan. Algunas empresas ya estaban volcadas con este aspecto. Uno de los proyectos es una de estas piezas que incluso traduce la voz a ocho idiomas.
