La piel es la ventana del cuerpo. A través de ella podemos ver lo que hay dentro del organismo. No en vano, un estudio avala que la piel puede avisar de problemas de corazón, ayudando a prevenirlos. Su principal finalidad es la de ser una barrera protectora contra las agresiones externas, pero hay que prestar atención a las señales dermatológicas. Es posible que detrás de ellas exista un grave problema de salud.
La vigilancia sobre los problemas cutáneos debe empezar en la misma infancia. Esto facilitará el poder atajar posibles patologías congénitas que en la etapa adulta pueden llegar a ser mortales. Tanto es así que algunos genetistas de importantes universidades han logrado demostrar que los genes que causan la piel de mariposa también están detrás de afecciones cardíacas graves. Esta también es conocida como epidermólisis ampollosa (EB).
Estos estudios revelaron la presencia de mutaciones específicas en dos personas. Una de ellas era una mujer que, además de las lesiones en la piel, padecía una miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho. Una patología extremadamente grave que es responsable del 20% de las muertes súbitas en menores de 30 años. Es la prueba de que la piel puede avisar de problemas de corazón.
Otras señales de la piel
Las lesiones cutáneas son una señal evidente, pero no las únicas. Parece demostrado que determinadas alteraciones cardiacas causan engrosamientos de las uñas muy específicos; y también que las infecciones en las válvulas cardiacas causan erupciones rojizas en los dedos. Además, en los párpados pueden aparecer placas amarillas o erupciones cutáneas como consecuencia del colesterol.
Precisamente estas erupciones son las que hay que tener en cuenta para acudir al médico. También las lesiones abultadas que pueden aparecer en codos y rodillas o un enrojecimiento crónico de las mejillas que se vincula con la enfermedad valvular mitral de origen reumático. Una serie de señales que no debemos pasar por alto, el cuerpo nos avisa de algún problema más grave que una simple hinchazón.