La evolución de la pandemia está convirtiéndose en una auténtica pesadilla para el mundo. La aparición de mutaciones es constante, y cada vez parece que son más peligrosas. Las variantes de Reino Unido y de Sudáfrica ya está comprobado que son mucho más contagiosas. No son las únicas. La cepa brasileña atemoriza y México detecta una nueva. Los expertos ya advirtieron que si el virus circula mucho es más factible que mute. Tanto Brasil como México están siendo muy castigados por el coronavirus con millones de infectados.
La variante brasileña, bautizada como P.1, ya está en ocho países y está causando una profunda preocupación. Parece ser la responsable de la explosión de casos en Manaos, donde los servicios sanitarios ya están desbordados. Dado que tiene más mutaciones que las anteriores (12 por las 8 de las dos anteriores), los científicos se afanan en descubrir su verdadera peligrosidad. El aspecto más curioso es que esta variante la descubrió Japón tras secuenciar el virus de cuatro pasajeros que llegaron a Tokio desde el Amazonas el pasado 9 de enero.
La principal característica es su elevado número de mutaciones, especialmente en la proteína espiga que es la que usa el virus para infectar las células humanas. Tres de estas mutaciones preocupan, y mucho. Son la K417N; la E484K y la N501Y. Las tres hacen que la cepa brasileña sea mucho más transmisible. Coloquialmente, el patógeno tiene ahora más llaves para abrir la puerta de entrada al cuerpo.
México investiga otra cepa
Así pues, la cepa brasileña atemoriza y México detecta una nueva, al menos lo está investigando. Las primeras pesquisas apuntan a que se trata de otra variante. Las autoridades sanitarias mexicanas tratan de averiguar si las mutaciones encontradas en cuatro casos del virus en Jalisco suponen la aparición de otra cepa. En un principio se pensó que podría tratarse de la cepa sudafricana, pero esta hipótesis ha quedado finalmente descartada.
Los esfuerzos de los científicos se centran ahora en estudiar a fondo estos cuatro casos para saber si es otra cepa. Y, en el caso de que así sea, actuar en consecuencia para comprobar su peligrosidad y la efectividad de las vacunas que ya están en marcha.
