“No voy a volver a beber”. “Ya no salgo hasta dentro de un mes”. “No tengo edad para beber tanto”. “La última copa me sentó fatal”. Estas son algunas de las muchas frases que habrás soltado la mañana siguiente a una buena juerga, cuando los efectos de la resaca están en su punto más alto. Pues bien, un reciente estudio señala que la L-cisteína es un gran remedio contra la resaca.
Investigadores de dos universidades finlandesas han determinado que este aminoácido ayuda a aliviar los efectos negativos de la resaca asociados al consumo excesivo alcohol. Hablamos del clásico dolor de cabeza, las náuseas y la ansiedad.
Según los resultados de la investigación, la L-cisteína, un aminoácido presente en muchos alimentos ricos en proteínas, ayuda a contrarrestar los efectos tóxicos del acetaldehído. Este es el metabolito del alcohol causante tanto de la sensación de ebriedad como de los posteriores síntomas de la resaca. Vamos, el enemigo en cuestión.
«Sabíamos de antemano que la L-cisteína reacciona con el acetaldehído y forma metabolitos que son inofensivos para el cuerpo. Ahora tenemos evidencia de que un simple aminoácido que normalmente se encuentra en el cuerpo humano realmente alivia la resaca«, señaló el profesor Peter Eriksson.
El experimento con la L-cisteína
Bien pudieron pasarse los expertos por las discotecas de Ibiza para reclutar voluntarios, pero fueron más profesionales. Para realizar el estudio, una treintena de voluntarios consumieron en tres ocasiones distintas combinados de vodka con zumo de bayas, con un contenido de alcohol equivalente a 1,5 gramos por cada kilo de peso.
Además, los científicos separaron a los voluntarios en tres grupos, como suele ser habitual en este tipo de experimentos. A unos se les administraron píldoras de 600 miligramos de L-cisteína, a otros de 1.200 miligramos y al tercer grupo se les dio placebo. Al día siguiente se les debía medir sus niveles de alcoholemia y acetaldehído.
Surgieron problemas
Al parecer, el experimento no salió todo lo bien que esperaban, ya que algunos voluntarios se empezaron a sentir mal antes de beberse todo el alcohol y tuvieron que abandonar la prueba. Extraño dado que hablamos de sólo tres copas.
Otra parte de los voluntarios, más acostumbrados a la ingesta de alcohol, también tuvieron que ser descartados. ¿El motivo? Pues porque después de consumir su ración correspondiente, en lugar de irse a dormir a su habitación como estaba planeado, decidieron seguir bebiendo en el bar del hotel. Un despropósito.
Además, los investigadores no pudieron usar los datos de las mujeres participantes, ya que las fluctuaciones hormonales en el ciclo menstrual afectaron el equilibrio de acetaldehído y aminoácidos, por lo que finalmente sólo 19 personas completaron el experimento.
En cualquier caso, los resultados fueron por fin concluyentes. Quedó demostrado que la L-cisteína es un gran remedio contra la resaca debido a que los síntomas eran menores conforme más cantidad de este remedio habían ingerido.
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