El rumbo de la pandemia podría girar de forma positiva en breve. Si ayer se confirmaba el avance firme de la píldora anticovid, hoy se puede decir que el ordenador más rápido del mundo está ya a pleno rendimiento. Japón libera la bestia Fugaku contra el coronavirus. Una máquina con una potencia de trabajo descomunal que se ha puesto al servicio de la ciencia. Su objetivo es el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos que acaben también con las nuevas mutaciones del patógeno.
La colaboración entre el Instituto de Investigación Riken y la firma Fujitsu ha acabado con el nacimiento de Fugaku. Bautizado así en honor al monte Fuji, es una bestia. Ha sido reconocido como el superordenador más potente del mundo con 415,53 petaflops, lo que equivale a mil billones de operaciones de coma flotante por segundo. Esto es, el triple de potencia que su antecesor en este ranking, el Summit de IBM.
Los creadores del Fugaku, que ya se activó de manera parcial el pasado abril, están convencidos de que marcará un punto de inflexión en la pandemia. Su enorme potencial le permite realizar 442.000 billones de operaciones por segundo. Un esfuerzo destinado a encontrar nuevas formas de combatir el coronavirus. En el futuro también tendrá más utilidades. Una de ellas la de colaborar con un centenar de proyectos que incluirán campos como el del cambio climático gracias a su vertiginoso análisis de datos.
El Fugaku y máquinas expendedoras
Japón libera la bestia Fugaku contra el coronavirus y, además, pone en marcha una medida destacada. Ante el aumento de casos y el atisbo de colapso de su sanidad, decidió ampliar su abanico de pruebas. Su idea fue la de ofrecer test en máquinas expendedoras. El resultado, según Reuters, fue un éxito inmediato. Incluso algunas de estas máquinas tenían que vaciarse dos veces al día por la gran cantidad de demanda que tenían. Cada una de las expendedoras dispone de unos 60 test PCR que se vende a unos 35 euros (alrededor de 4.500 yenes). La medida ha sido fuertemente implantada ya que el país asiático ya tiene más de cuatro millones de estos aparatos. Una eficaz forma de luchar contra el coronavirus.
