Los métodos para controlar el coronavirus aumentan su dureza. Las medidas, cada vez más, tienen más en cuenta el factor del dinero como forma de presión, tanto para bien como para mal. Por un lado, en el Reino Unido se ofrecen casi 600 euros a quienes se hagan un test y, en caso positivo, cumplan la cuarentena. En China le han dado la vuelta. Hong Kong multa a quienes no se hagan la prueba. Esta iniciativa ya tiene puntos a favor, pero también muchos detractores. Sobre todo aquellos que han recibido 540 euros de sanción por su reticencia a someterse a una prueba de diagnóstico.
Las autoridades están bloqueando edificios residenciales enteros sin previo aviso. Después, obligan a todos los ciudadanos a someterse a una prueba bajo amenaza de la citada multa, según informa ‘The Guardian’. La medida llega tan lejos que el Ejecutivo autorizó a las fuerzas del orden a irrumpir en las casas de los residentes y sacarlos por la fuerza si no se someten a los correspondientes test. La situación es de tal magnitud que algunos medios locales han publicado guías sobre qué zona será la siguiente que visiten los agentes.
Pocos positivos
Pese a que Hong Kong multa a quienes no se hagan una prueba, lo cierto es que la medida, al menos de momento, no está siendo fructífera. Las autoridades no piensan lo mismo. Sin embargo, lo cierto es que pese a esta agresiva estrategia únicamente se han detectado 12 positivos entre las más de 10.000 personas analizadas. Los bloqueos de fincas en esta región china apenas duran un par de días y están ejecutándose en inmuebles con alta densidad de población y sin una administración centralizada.
La medida, precisamente por su baja efectividad, ha generado dudas entre los expertos. De hecho, en una de estas inspecciones, realizada en Lam Tim, se analizó a más de 2.000 personas. Ninguna de ellas dio positivo por coronavirus.
