Las palabras coronavirus, murciélago y China parecen estar íntimamente ligadas. La localidad de Wuhan cuenta con el dudoso honor de ser el punto donde se detectó el primer caso de la pandemia hace ya más de un año. Pero el gigante asiático sigue siendo un foco de atención de esta enfermedad. Hallan en China cuatro nuevos coronavirus en murciélagos. Un descubrimiento que ha hecho saltar todas las alarmas sanitarias mundiales. Y por si fuera poco, también han dado con otras tres variantes emparentadas con el SARS de 2002. Un auténtico cóctel de patógenos.
El virólogo Edward Holmes es quien ha liderado este grupo de investigadores. Precisamente la participación de este reputado experto es lo que hace los datos aún más relevantes. Holmes fue quien determinó que las neumonías de Wuhan eran la consecuencia de un nuevo coronavirus. Ahora han analizado muestras de cientos de murciélagos tomadas en la provincia de Yunnan, a casi 2.000 kilómetros de Wuhan. Las conclusiones son desalentadoras.
Próxima pandemia
Hallan en China cuatro nuevos coronavirus en murciélagos, una situación compleja. Ha sido el propio Holmes el que ha expuesto los futuros peligros que se ciernen sobre la humanidad. En su opinión, las especies de animales salvajes “tienen una gran cantidad de virus”. Por tanto, ha añadido, es posible que “uno de ellos emerja y cause una epidemia o una pandemia en humanos”. Esto no son circunstancias “que sólo pasan una vez cada 100 años”, ha argumentado el reputado virólogo.
Hay voces que discrepan. El virólogo Juan Emilio Echevarría, de la Asociación Española para la Conservación y Estudio de los Murciélagos, es una de ellas. En su opinión, no se ha encontrado el SARS-CoV-2 “en ningún murciélago, por lo que no se explica cómo casi se asegura que son el reservorio natural del virus”. Esperemos que la segunda opción sobre el coronavirus sea la más acertada.
