Las esperanzas están puestas en que las vacunas sean realmente eficaces contra el coronavirus. Pese a las dudas generadas por las nuevas cepas, la creencia general es que los antivirales sí funcionarán. En apenas un año, esta pandemia que se originó en Wuhan ha dejado ya más de 83 millones de contagios y casi dos millones de víctimas mortales. Prácticamente todos los países del mundo la han sufrido en sus carnes y, pese a todo, “esta no es la pandemia que estamos esperando”. Un vaticinio demoledor.
La lapidaria frase es de Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El responsable de la entidad ha añadido que “la próxima pandemia puede ser peor y con consecuencias más devastadoras” porque “las amenazas de este tipo continuarán”. Si son la realidad o una alerta sólo el tiempo lo dirá. Pero lo cierto es que las afirmaciones de Ryan se basan en la tasa de mortalidad de este coronavirus, que es relativamente baja en comparación con otras enfermedades, entre el 0,5 y el 1%. Por eso la comunidad tiene claro que llegará otra pandemia, la cuestión es cuándo lo hará y si la humanidad estará preparada.
La vacuna no eliminará el virus
Ryan ha dejado más de una frase que infunde temor. La primera es que “esta no es la pandemia que estamos esperando”. La segunda hace referencia a que la llegada de la vacuna no eliminará el virus. Así lo ha asegurado al explicar que la presencia de un antiviral eficaz “no es garantía de la eliminación o de la erradicación de una enfermedad infecciosa”. Por este motivo, el experto cree que la situación más probable que pueda darse es que “este coronavirus se convierta en otro virus endémico”. Por ello, ha añadido, cree que supondrá un nivel muy bajo de amenaza en el contexto de una vacunación mundial contra el coronavirus.
