Las mejores expectativas sitúan la llegada de una vacuna eficaz y global para principios de 2021. Los expertos afirman que antes de esa fecha se dará, con más o menos fuerza, la segunda oleada de coronavirus. Por eso la búsqueda de medicamentos que puedan como mínimo neutralizar el poder devastador del coronavirus es importante. España halla dos fármacos que evitan la replicación del virus en su última investigación.
Un estudio del grupo de investigación en Quimioinformática y Nutrición de la Universitat Rovira y Virgili (URV) de Tarragona ha propiciado estos datos, según recoge ‘Levante-EMV’. Los científicos han demostrado que un antiinflamatorio de uso humano y otro de uso veterinario son vitales. Ambos logran inhibir una enzima clave en la replicación y transcripción del SARS-CoV-2, el virus responsable del Covid-19.
Los hallazgos de este trabajo ya han sido validados por la iniciativa ‘Covid Moonshot’. Los estudios ‘in vitro’ de los fármacos Celecoxib y Carprofen determinan que aunque estos fármacos no son inhibidores muy potentes, “ambos compuestos pueden ser utilizados como punto de partida para diseñar derivados aún más potentes”, según el comunicado de la URV.
Los resultados de este estudio aparecerán en la revista ‘International Journal of Molecular Sciencies’ (IJMS). El trabajo lo lideran los investigadores Gerard Pujadas y Santi García-Vallvé, y ha contado con la participación de Aleix Gimeno, María José Ojeda, Adrià Cereto y los estudiantes doctorados Guillem Macip, Bryan Saldívar y Júlia Mestres.
Gran noticia
España halla dos fármacos que evitan la replicación del virus. Una gran noticia en un momento donde las esperanzas puestas en la hidroxicloroquina van perdiendo fuerza toda vez que sus efectos secundarios parecen ser peores. Cada día aparecen nuevas hipótesis sobre medicamentos que pueden ayudar por sí solos o, más común, en combinación con otros.
Esto es lo que pasó hace apenas unos días cuando un estudio dejaba entrever que los fármacos contra la diabetes y la hipertensión podrían ser buenos. Al principio se pensó que eran perjudiciales pero el coronavirus, como la vida, da mil vueltas.
