El debate sobre la posibilidad de volver a infectarse con el SARS-CoV-2 está más abierto que nunca. Una parte sigue pensando que este extremo es poco probable. En el otro van apareciendo la confirmación de varios casos. Primero fueron Holanda y Bélgica los países que notificaron dos. Ahora es España quien documenta cuatro casos de reinfección por Covid-19, todos ellos en Cataluña. Uno es el de un médico del hospital de Palamós que ha tenido que ser ingresado en la UCI del Germans Trias i Pujol de Badalona y se encuentra grave, aunque su pronóstico es bueno.
El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas de este último centro sanitario, el doctor Bonaventura Clotet, así lo ha asegurado en RAC1, según recoge ‘ABC’. Los otros tres casos de reinfección son de carácter leve. La jefa del Servicio de Medicina Interna del hospital de Palamós, Roca Toda, ha explicado el caso grave. Se trata de un sanitario de este recinto hospitalario que tuvo una primera infección moderada el pasado marzo. En agosto ingresó con otra mucho más grave que la anterior que ha terminado llevándole a la UCI. La propia Toda ha explicado que las pruebas que se han hecho al personal del centro de Palamós han resultado negativas.
Eso no es óbice para que la doctora reclame que no haya relajación. “No sabemos dónde se ha podido contagiar”, ha explicado. Por eso, tanto ella como Clotet, piden tanto a los sanitarios como a la población en general que no bajen la guardia ante el virus. El propio Clotet ha recalcado la creencia de que la mayoría de las reinfecciones “pueden ser leves”. Este sería el motivo por el que “no se hayan documentado muchas hasta ahora”. Sin embargo, alguna como la del caso de Palamós y la de otro paciente en Nevada (Estados Unidos) son graves.
Casos anteriores
España documenta cuatro casos de reinfección por Covid-19, y no son los primeros. A finales del pasado mes de agosto Holanda y Bélgica ya notificaron uno cada país. En el caso holandés un anciano con el sistema inmunológico algo deteriorado, en el belga una mujer leve que no requirió ni hospitalización.
El primer caso del mundo documentado también tiene su origen en España. Se trata de un ciudadano de Hong Kong al que se le detectó el patógeno en China después de haber estado unos días en nuestro país.
