Seguro que muchas veces te has planteado cuestiones de la vida cotidiana, esos detallitos que si los cambiamos, mejoraremos nuestra salud. Que si bebidas light, que si un alimento sin sal o azúcares añadidos, que si mejor le pongo sacarina, etc. Hoy vamos a arrojar luz sobre una cuestión muy concreta: ¿Es mejor el azúcar moreno que el blanco?
Es probable que algunos nutricionistas o personas de tu confianza te hayan dicho que el moreno es más sano, menos calórico. Pues bien, pongamos todo esto en cuarentena. Lo primero es saber que es cierto que existen unas pequeñas diferencias entre ambos, más allá del color. La fabricación del azúcar blanco, el de toda la vida de España, se saca de la remolacha, de la que se extrae la sacarosa y se procede a cristalizarla mediante un proceso químico. ¿Y el azúcar moreno? Pues existen dos maneras de crearlo. Consiste en mezclar el blanco con melaza de caña, lo que supone básicamente un teñido, con las variantes de eliminar o no la melaza empleada, mientras que el resto de impurezas, sí. Con ello obtenemos el clásico azúcar moreno con su variante integral.
¿Qué diferencias hay entre azúcar blanco o integral para la salud?
Pues, básicamente para un consumo normal, ninguna. El blanco es 99% sacarosa, mientras que el moreno puede contenerla entre un 85% y 95%. Ese pequeño margen restante lo completan el agua y algunas trazas de otros minerales. Entonces, ¿sirve de algo pasarse al azúcar moreno si quiero adelgazar? Rotundamente, no. La principal diferencia la encontramos en el aspecto y en el sabor. Una cucharada de azúcar blanco da un sabor más dulce, mientras que una de moreno es más intenso. Lo mejor, si quieres adelgazar, pasa por quitarte esas cucharadas o sobres de azúcar del café.
Ahora bien, existen algunos productos alternativos dejando de lado si es mejor el azúcar moreno que el blanco. Pasan por sustitutivos en caso de que queramos endulzar una comida o bebida sin emplear el producto clásico. Te ofrecemos cinco opciones, pero ya te avisamos que no hay trampa ni cartón… ni productos milagrosos.
- Miel. Tiene un 82% de azúcar puro.
- Azúcar de coco. Contiene entre un 70% y 80% de azúcar puro, pero bajo índice glucémico.
- Sirope. Hay varias alternativas, como el de arce o agave. El azúcar puro que contiene anda entre un 70% y un 85%.
- Stevia. Endulza cualquier plato como tanto como el azúcar, pero es acalórico. En este sentido, parece la mejor opción si queremos buscar el déficit calórico.
- Canela. De la misma manera que la stevia, endulzará tus platos. Contiene cinamaldehído, un compuesto orgánico que, además de ser responsable de dar olor y sabor a la canela, activa la termogénesis en las células grasas. Posiblemente estemos ante la mejor opción alternativa al azúcar.
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