Uno de los grandes debates de cualquier dieta está en uno de los alimentos con más nutrientes, la fruta. ¿Es bueno comerse la piel de la fruta? Las opiniones son muy variadas y, cada una, aportando argumentos suficientes para defender su postura. Los aspectos a favor y en contra harán que cada persona se forme su propia opinión. Una circunstancia está clara por encima de todo. Si se opta por comerlas con piel, o sin ella, habrá que lavarlas a conciencia.
De hecho, justo ahí se plantea el primer dilema. Quienes abogan por no comer la piel esgrimen que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, estos productos se cultivan tratándolos con pesticidas e ingredientes químicos. Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aseguran que no existen diferencias entre comer las frutas peladas o con piel, siempre que se laven a conciencia. Hay algunos expertos que apuntan a que, con su piel, algunas frutas son más saciantes que peladas ya que contiene una buena cantidad de fibra que genera esta impresión al cuerpo.
Ejemplos de frutas
¿Es bueno comerse la piel de la fruta? Depende de la fruta. Varios estudios han demostrado que las vitaminas, calcio y buena parte de los nutrientes de la manzana se encuentran en su corteza, por lo que sí es recomendable comérsela. La piel del melocotón tiene un alto contenido en fibra. Si se opta por ingerirla hay que lavarla muy bien antes ya que tiene pequeños pelos que pueden llegar a ser muy molestos.
La pera es una fuente de vitamina C, de pectina y de magnesio. Todos estos componentes están presentes en la fruta, y más en su corteza. El último ejemplo puede llegar a sonar a locura. Se trata de la mandarina. La piel áspera de este cítrico contiene un compuesto que es altamente eficaz en la lucha contra el cáncer. Los expertos recomiendan licuar esta piel y utilizarla en zumos. Independientemente de la decisión de comer la fruta con piel o sin ella, lo importante es incluir este alimento en nuestra dieta diaria.
