La relajación es básica. Unos minutos al día pueden aliviar buena parte del estrés acumulado. Esta es una de las técnicas más habituales. El yoga mejora la memoria y la gestión emocional. Un reciente estudio ha podido demostrar que el yoga produce modificaciones beneficiosas tanto en las estructuras como en las funciones cerebrales.
Los investigadores llegaron a estas conclusiones con la observación de resonancias magnéticas. A través de ellas se analizaron los cambios que habían producido de 10 a 24 semanas de yoga una o dos veces por semana. Sobre todo en aquellas personas que, antes de este trabajo, nunca antes habían realizado este tipo de práctica de relajación. El aumento del volumen del hipocampo fue una de las principales mejoras. El tamaño de esta zona del cerebro, que se reduce con la edad, es fundamental para la memoria.
No fueron los únicos beneficios importantes. También se produjeron modificaciones en la amígdala y en otras áreas cerebrales relacionadas con la regulación emocional, el aprendizaje y la memoria. Con lo que además, aquellas personas que practicaron yoga tenían un rendimiento mayor en las pruebas cognitivas.
Mejora del estado físico
El yoga mejora la memoria y la gestión emocional, pero también tiene muchos otros beneficios. La práctica de esta técnica puede llegar a mejorar el nivel general del estado físico y la flexibilidad de las personas que la realizan. Esto no es lo único. También ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca y, por supuesto, es una baza importante a favor de la relajación.
Esta técnica de relajación también ayuda a mejorar la coordinación y la concentración. Incluso puede ayudar a dormir mejor y a facilitar unas digestiones más sencillas. Por si fuera poco, resulta beneficioso contra la ansiedad, la depresión y el dolor de espalda.
