Superando el millón de positivos confirmados en España y más de 60.000 muertos por coronavirus, la segunda ola de la pandemia ha llegado con fuerza. El Gobierno ha delegado a las CCAA casi toda responsabilidad de gestión de la crisis sanitaria y social en sus respectivos territorios. Tras el fracaso de la primera ola por parte del Ministerio de Sanidad, ahora hay cambios que alertan, ya que existe un nuevo perfil de paciente de UCI. Te lo contamos.
Desde que llegó el Covid-19 desde la provincia china de Wuhan a España y al resto de países europeos, quedó claro que los ancianos y el resto de personas con patologías previas estaban en el centro de la diana. La ocupación de habitaciones de hospital por personas positivas en coronavirus aunque tuvieran síntomas leves fue una tónica. Esto hizo que los hospitales se colapsaran. Además, la falta de conocimiento sobre esta nueva enfermedad, la ausencia de suficientes respiradores y materiales adecuados, hizo que mucha gente se quedara por el camino. Hoy, muchos de ellos hubieran sobrevivido. Incluyendo varios de los ancianos que fallecieron y que el Ministerio no quiso contabilizar.
Perfil de paciente y ocupación de UCI
Empezando el mes de noviembre y con una nueva curva de contagios que vencer, las Unidades de Cuidados Intensivos van ocupando sus camas. Evidentemente, también las hospitalizaciones de pacientes con síntomas severos, pero no tan graves. En este sentido, hay que recordar que la inmensa mayoría de positivos en Covid-19 no muestran prácticamente síntomas y sólo una minoría muy concreta ve peligrar su vida. Entonces, ¿cómo ha cambiado el paciente? Quizá por el hecho de que muchos de nuestros mayores murieran en la primera ola o por la vuelta al colegio, universidades o simplemente a cierta relación social, el perfil del contagiado ha cambiado, rejuveneciendo.
Los expertos afirman que, en la primera ola, la inmensa mayoría de pacientes de UCI eran ancianos mayores de 70, pero ahora también necesitan de estos cuidados adultos entre 50 y 60. Eso sí, también hay habitaciones UCI ocupadas por jóvenes veinteañeros. Casi siempre con patologías previas… pero no todos. Uno de los perfiles que está en crecimiento en este tipo de cuidados es el del adulto joven con obesidad. Evidentemente, otros factores de riesgo son las enfermedades cardiovasculares, cardiopatías o hipertensión, pero también la diabetes, que no entiende de edades.
Habiendo mejorado los tratamientos gracias a la experiencia adquirida, los pacientes de UCI siguen permaneciendo allí dos semanas o incluso tres. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III, cerca del 8% de los positivos por Covid-19 necesitan de hospitalización, mientras que aproximadamente el 0,7% requieren de UCI. Estos porcentajes, en cualquier caso, están basados en un sistema de detección de positivos limitado por el número de rastreadores y de test realizados. ¿Qué CCAA realizan más test de coronavirus?
