Hacer deporte cuesta, ya sabemos. Sobre todo si no eres una persona acostumbrada al ejercicio físico. Si pretendes ponerte algo más en forma, sea con vistas al verano o para gustarte más, algo tendrás que hacer. Para adelgazar necesitas un déficit calórico al que ayudaría cerrar la boca y mover las piernas. Centrémonos en lo segundo: El método B-life para perder la tripa con 5 minutos diarios.
Se trata de un plan japonés que ha demostrado su eficacia para mejorar tu silueta. No hay milagros, pero tampoco grandes dificultades para ponerlo en marcha. Basta con instaurar una pequeña rutina diaria que te llevará muy pocos minutos. Merece la pena. Tomoya y Mariko son los creadores del canal de fitness más conocido de Japón y ponen en práctica el método B-life.
Aseguran que se podrá corregir la postura e incluso acelerar el metabolismo en un par de semanas. Los creadores del método B-life incluso han publicado un libro al respecto: ‘Un torso perfecto en 5 minutos’. Insisten en que es posible lograr grandes efectos sin caer posteriormente en el siempre temido efecto rebote.
¿En qué consiste el método B-life para adelgazar?
Se realizan ejercicios quemagrasa y de tonificación localizada. Se enfocan en la zona de la cintura, mejorando claramente el abdomen. Vale tanto para mujeres como para hombres, sin importar la edad.
El método B-life para perder la tripa con 5 minutos diarios requiere una serie de ejercicios físicos. Eso sí, muchos de estos son típicos de pilates. Te vamos a destacar tres de ellos:
La plancha. Ponte boca abajo, apoyando los codos y antebrazo en el suelo y también los dedos de los pies. Mantén el cuerpo lo más recto posible en paralelo al suelo y aguanta la postura durante un minuto. ¿Eres capaz? Pues a ver si puedes repetir la operación.
El barco. Siéntate en el suelo y eleva las piernas flexionando las rodillas con unos 90º. Coloca los brazos en paralelo al suelo y empieza a hacer abdominales sin bajar las piernas ni el tronco.
Rodar hacia arriba. Siéntate en el suelo con las piernas apoyadas y estiradas. Espalda recta y brazos estirados en paralelo al suelo. Espira el aire y baja el tronco hacia atrás poco a poco. En cuanto tu cabeza toque el suelo, eleva los brazos. Posteriormente, inspira de nuevo, coloca los brazos como antes y recupera lentamente la posición inicial. Hazlo diez veces.