La pandemia del coronavirus ha hecho que se aumente el control sobre la fiebre de las personas. Hace siglos que la temperatura normal se estipuló en los 37 grados. Pues bien, un reciente estudio confirma que el cuerpo humano se está enfriando. Las temperaturas corporales normales llevan disminuyendo desde el siglo XIX a razón de unas centésimas de grado por década. La Universidad de Stanford (California) así lo ha demostrad después de más de 677.000 mediciones de termómetros que se realizan desde 1860.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, está dirigido por Julie Parsonnet, epidemióloga de enfermedades infecciosas. La experta cree que este descenso de la temperatura corporal se debe a la disminución de las tasas de infecciones crónicas. La llegada de los antibióticos y, sobre todo, las vacunas han hecho que actualmente se padezcan menos patologías de gravedad. Esto hace que nuestro sistema inmunológico esté menos activo y, en consecuencia, los tejidos corporales menos inflamados. Ahora bien, la buena nutrición y la calidad de vida también influyen en este descenso gradual.
Datos del descenso corporal
El cuerpo humano se está enfriando, los hallazgos del equipo de Parsonnet así lo corroboran. Para hacerlo han manejado varios conjuntos de datos. El primero es una base de datos de temperaturas recolectadas entre 1862 y 1930 de veteranos de la Guerra Civil Americana. Aquí descubrieron que las personas nacidas antes solían tener temperaturas más altas, incluso midiéndolo con la misma tecnología.
En otro conjunto de mediciones se pudo comprobar que las mujeres nacidas en la primera década del siglo XIX tenían temperaturas 0,32 grados más altas que las nacidas a finales de 1990. En los hombres, esta diferencia se iba a los 0,59 grados. Las temperaturas cayeron, de media, unos 0,03 grados por década. Las respuestas inmunitarias inflamatorias a infecciones a largo plazo como la tuberculosis y la enfermedad de las encías pueden elevar la temperatura corporal.
