Hay muchas frutas, pero sólo el caqui es la fruta por excelencia. Su nombre procede del griego diospyros kaki, que significa fruta del fuego divino. Y realmente es divino, sus beneficios para la salud son numerosos. Aporta hidratos de carbono y, sobre todo, fructosa y glucosa. Esto es lo que le convierte en un alimento nutritivo y energético. Sus fibras facilitan la regulación del tránsito intestinal y puede aliviar la gastritis.
Pero sin duda, una de las cosas más destacables es que ayuda a prevenir la degeneración macular, que es el primer motivo de la ceguera asociada al paso de los años. Este fruto contiene zeaxantina, que es un carotenoide que protege los ojos. El caqui es una fruta dulce, fácil de digerir y con un altísimo contenido en agua. Su textura es muy suave. En cuanto se prueba uno ya no se puede parar, aunque no hay que abusar.
Degeneración macular
El caqui es la fruta por excelencia y su ayuda ante la degeneración macular es clave, gracias al citado carotenoide. Este se absorbe en una parte importante de la retina y forma un pigmento que ayuda a proteger los ojos. Y lo hace especialmente del deterioro que provoca en ellos la exposición a la luz solar.
Por si fuera poco, las formas de comer esta fruta son también muy numerosas. Aunque la primera que nos viene a la cabeza (y casi la única que es conocida) es comerlo de forma fresca, sus usos son múltiples. Puede cocinarse de muchas maneras, y no ser únicamente un postre. Pueden crearse salsas con el enorme sabor de su pulpa, incluso hay quien se lo come añadiéndolo a una ensalada en un excelente contraste. Esta fruta, sin duda, es un buen postre para cualquier dieta.