Este jueves 4 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer. Históricamente es la enfermedad que más muertes provoca en el mundo, si bien es cierto que en 2020, el coronavirus le habría superado. En 2018, en España fallecieron 112.714 personas por culpa del cáncer, algo más que el año anterior. Esto supone la segunda causa de muerte nacional tras las enfermedades del sistema circulatorio. El cáncer en tiempos de Covid-19 ha supuesto varios cambios en el entorno de la enfermedad.
Se estima que, como mínimo, murieron por Covid-19 en España casi 80.000 personas a lo largo de 2020. Eso sí, el Gobierno reconoce muchos menos de los que demuestran el INE, MoMo, las funerarias o las CCAA. Es de esperar que las cifras de decesos por cáncer que afectan a este pasado año al cáncer sean menores que las anteriores. ¿El motivo? Muchos de los muertos por Covid-19 eran pacientes oncológicos, de uno u otro tipo.
Dentro de los tipos de cáncer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer afirma un cambio en el ranking. Los tumores de mama se han convertido en los más diagnosticados del planeta. Hablamos de 2,3 millones de casos detectados en 2020. Esto implica el 11,7% de todos los casos nuevos de cáncer de ambos sexos. Se trata de la primera vez que el cáncer de mama supera al de pulmón.
Ranking de tipo de nuevos cánceres
- Mama (11,7%).
- Pulmón (11,4%).
- Colon y recto (10%).
- Próstata (7,3%).
- Estómago (5,6%).
El Covid-19 esconde el diagnóstico de cáncer
En cualquier caso, el cáncer de mama es uno de los que mejor pronóstico tiene hasta el punto de ser la enfermedad oncológica con más supervivientes. Con un diagnóstico temprano y un correcto tratamiento, las posibilidades de superación son muy altas. Y aquí es donde entra en juego el cáncer en tiempos de Covid-19.
Hay que recordar que un estudio desarrollado entre agosto y mitad de octubre, confirmó que el 21% de nuevos cánceres quedaron sin diagnosticar. Colapso de hospitales, retraso de citas médicas o miedo a contagio son los motivos principales.
Los estilos de vida típicos de los países industrializados tienen un papel fundamental en el crecimiento del cáncer de mama. Aplazar la maternidad y tener menos hijos, exceso de peso corporal e inactividad física, son algunas de las causas que aumentan el riesgo de padecerlo.
