Una embarazada debe vigilar, más que nunca, lo que come. La salud de la mujer debe compaginarse con la del bebé que está en camino y por ello hay que tener cuidado con el azúcar que se ingiere durante el embarazo.
Para hacernos una idea, la Organización Mundial de la Salud aconseja limitar los azúcares agregados en nuestra dieta al 5-10% de nuestras calorías diarias. Sin embargo, la dieta occidental contiene generalmente 15-25%, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes. También se ha informado de que el consumo crónico de azúcar afecta el aprendizaje o la memoria.
Recientemente, el ‘Journal of Endocrinology’ ha publicado un estudio en el que pudieron el foco en los efectos del azúcar en ratas hembra. ¿Y esto por qué? Pues porque eran conscientes de que tanto en mujeres como animales se producen cambios hormonales y metabólicos durante embarazo y lactancia. Así que la idea es ver cómo afecta el azúcar durante embarazo y sobre todo después del parto.
Las ratas de laboratorio con una dieta rica en azúcar durante el embarazo vieron alterados los niveles de hormonas de esteroides sexuales. También los de dopamina en sus cerebros. Y esto precisamente es algo que puede dar lugar a cambios de comportamiento y afectar al cuidado de la descendencia, entre otras cosas.
Las ejemplares embarazadas con una dieta alta en azúcar, equivalente a una dieta occidental típica (25%) durante 10 semanas, habían aumentado los niveles de progesterona, una hormona importante para un embarazo y lactancia saludables. También sufrieron cambios en el sistema de dopamina, un neurotransmisor clave en la motivación, la recompensa y el estado de ánimo. Y por último, mostraron signos de prediabetes y enfermedad del hígado graso. Así pues, los resultados del estudio sugieren que hay que tener cuidado con el consumo de azúcar durante el embarazo.
Traducido a lo que supone este estudio para una mujer embarazada, el doctor Tobiansky lo tiene claro: «Sugerimos que los profesionales de la salud y el público sigan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Estadounidense del Corazón. Ambos sugieren limitar los azúcares agregados a menos del 10% de las calorías diarias, y para obtener el máximo beneficio, al 5%. Esto probablemente tiene beneficios para la salud metabólica, así como para la salud de las hormonas y el cerebro. Eso se traduce en más o menos 25 gramos o 6 cucharaditas de azúcar por día en una dieta de 2.000 kcal diarios». Lee también: Estoy embarazada, ¿qué puedo comer?
