El coronavirus se ha convertido por derecho propio en el enemigo público número uno del mundo. Así lo ha declarado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Razones no le faltan. El último dato habla ya de más de 1.000 muertos, puede contagiarse antes siquiera de que la persona esté infectada y puede propagarse sin pestañear. Coronavirus a la velocidad de la luz.
En el primer caso positivo en España, el virus recorrió los más de 12.000 kilómetros que separan la ciudad china de Wuhan de la isla de La Gomera en apenas dos semanas. En su camino “saltó” entre varias personas. Empezó en Wuhan con un matrimonio que visitó a su hija en Shanghái y que, sin saberlo, ya estaban infectados y contagiaron a la mujer.
Ésta viajó a Alemania donde, presumiblemente, se infectaron cuatro de sus empleados que tuvieron contacto más directo con ella durante una reunión de trabajo. Uno de ellos viajó hasta La Gomera y estuvo en el domicilio de uno de los ahora contagiados. Fue en ese momento donde el coronavirus realizó su última parada antes de aterrizar en España.
De Singapur a Mallorca
El segundo positivo confirmado en nuestro país es el de un británico residente en Mallorca. En este caso se contagió después de estar en contacto con un compatriota suyo en una estación de esquí de Los Alpes franceses. Otra vez coronavirus a la velocidad de la luz. Ha recorrido unos 11000 kilómetros en apenas unos días ya que se originó en Asia y «viajó» a la isla española.
En este caso el contagio se produjo entre los días 24 y 29 del pasado mes de enero. Un ciudadanos francés que había estado recientemente en una reunión de trabajo en Singapur habría infectado a al menos una decena de personas en la citada estación invernal.