El ruido en exceso nunca es bueno. De hecho, la contaminación acústica perjudica la salud. No es para tomárselo a broma. Hay que tener en cuenta que la exposición al ruido constante es bastante habitual en las grandes ciudades. El tráfico, especialmente en las horas punta, los aeropuertos y los ferrocarriles ayudan a subir los decibelios. En ocasiones llegan a un nivel tan elevado que pueden causar graves problemas a las personas.
Existe un límite claro, los 55 decibelios. Si los ruidos superan estos niveles puede desencadenar fuertes trastornos. Es un tema muy serio. Las alteraciones del sueño crónicas son muy comunes al sufrir el exceso de ruido. Con la problemática que conlleva de poder derivar en patologías más graves, que incluso empeoran debido a la pandemia. Pero no se queda ahí. La contaminación acústica es la responsable anualmente de cerca de 50.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica. Esto es, un estrechamiento de las arterias del corazón.
Sin embargo, el dato que más asusta es que este exceso de decibelios es el responsable de alrededor de 12.000 muertes prematuras.
Afectados por los decibelios
La contaminación acústica perjudica la salud, y no son pocos los afectados. Según los datos que maneja la Agencia Europea del Medio Ambiente, uno de cada cinco europeos sufre las consecuencias del exceso de decibelios. Lo peor de todo es que más de 10.000 de estos afectados son niños en edad escolar. La contaminación acústica termina por causarles ciertos déficits cognitivos. La estimación es que hasta 22 millones de personas sufren molestias crónicas importantes. Y hasta 6,5 millones de personas sufren trastornos muy severos del sueño.
Este 20% de afectados podría ser hasta pequeño. Más de 100 millones de europeos están expuestos a altos niveles de ruidos. Algo a lo que ayuda especialmente el tráfico rodado. La citada institución pide encarecidamente a los gobiernos que tomen medidas para rebajar estos índices de ruido.
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