Todos los caminos llevan a Roma y, en el caso de la nueva normalidad, conducen a un gran incremento del número de casos de coronavirus. Sanidad anuncia cerca de 400 nuevos positivos en España en las últimas 24 horas. Es la cifra más alta desde el final del estado de alarma. Los contagios se descontrolan y España entra en alerta, incluso está sobre la mesa confinar Barcelona por el brutal incremento de 600 nuevos infectados gracias a los 29 rebrotes activos. La situación es tal que Aragón ha solicitado la ayuda del Ejército y cada vez son más las autonomías donde el uso de la mascarilla es obligatorio siempre, incluso en espacios abiertos.
Cataluña está siendo una de las autonomías más castigadas. Con Lérida y siete municipios más ya confinados, los casos crecen ahora en Hospitalet de Llobregat, y continúan sin control en la comarca del Segrià. Brotes que preocupan, y mucho, en Barcelona. Las cifras, como en muchas otras ocasiones, no coinciden. Los contagios de esta Comunidad se han disparado las últimas 24 horas con 938 positivos (Sanidad ofrece 390 en toda España).
La situación en Aragón no es mucho mejor. Con un cierre parcial, el aumento de los casos en la comarca Cinca Medio de Huesca ha hecho que se pida ayuda al Gobierno y hasta al Ejército para atajar el brote. Incluso en Zaragoza, otra de las ciudades cuyos vecinos tienen reducida la movilidad, se ha aumentado la vigilancia para evitar a toda costa el botellón. Y es que las reuniones de jóvenes, y las familiares, son uno de los principales focos de rebrotes.
También Madrid
Los contagios se descontrolan y España está en alerta. Madrid, como en toda la pandemia, también contribuye a ello. Hoy ha notificado 51 positivos. Una cifra que es casi el doble que ayer (28). Además, ha dado a conocer un nuevo brote con cinco positivos que afecta a varias autonomías ya que hay 61 contactos identificados.
Melilla registra sus primeros positivos después de 13 días, el brote de Valladolid suma dos nuevos casos y se va hasta los 22 afectados y así prácticamente todas las autonomías. Tanto que ya son varias, y cada día más, las que obligan al uso de la mascarilla también en los espacios abiertos y aunque se mantenga la distancia de seguridad. La situación no es halagüeña y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya ha advertido que no se descarta un nuevo confinamiento.