La piel es la primera barrera protectora del cuerpo ante los gérmenes y los virus, pero es muy delicada. Hay que cuidarla para que no sufra las consecuencias de un determinado trabajo o, simplemente, las inclemencias meteorológicas. Las manos y los pies, en especial los dedos, son los que más sufren estas situaciones. Si no se toman las debidas precauciones pueden aparecer los sabañones. Dolor, picor y rojeces están a la orden del día. Vamos a ver unos pequeños consejos para prevenir los sabañones.
El primero, aunque obvio, es evidente. Es recomendable evitar la exposición al frío o a los fuertes cambios de temperatura. Muy habituales en esta época del año donde se pasa de un calor asfixiante a las bajas temperaturas acompañadas de lluvia. También es bueno realizar ejercicio físico con regularidad para mantener activado el riego sanguíneo. No es ninguna tontería. El siguiente consejo es tratar de prescindir del tabaco. Igualmente es muy beneficioso incrementar la ingesta de alimentos con vitaminas C y A. El motivo es que estos ayudan a restaurar los tejidos dañados que es justo lo que sucede cuando aparecen los sabañones.
Una de las claves para que no aparezcan estas lesiones es mantener la circulación activa. Algo que se consigue no sólo con el ejercicio. El consumo de alimentos ricos en vitamina D y la realización de pequeños masajes en las zonas afectadas también logran estimular el flujo sanguíneo y la circulación. La aplicación de cremas hidratantes y evitar la exposición directa de manos y pies a la estufa y el radiador también son convenientes.
Sabañones persistentes
Los consejos para prevenir los sabañones son claves puesto que estas lesiones pueden llegar a ser bastante persistentes. Los expertos afirman que estas heridas duran entre cinco y siete días, pero en las épocas de frío pueden encadenarse unas con otras y hacer que se prolonguen en demasía, con las molestias que ello ocasiona.
Finalmente, hay que tener en cuenta que hay algunas personas que están más predispuestas que otras a padecer estas lesiones. Se trata de los niños, las mujeres y aquellas personas que padecen algunas enfermedades como determinadas formas de artritis o el lupus eritematoso.
