La vuelta al trabajo nunca es fácil. Volver a la rutina laboral después de un periodo de baja o vacaciones puede llegar a convertirse en una losa e incluso hacer que aparezcan la ansiedad o la depresión. Por si fuera poco, este regreso al puesto de empleo se ha repetido más de una vez este año. La desescalada, todavía con numerosas personas en diferentes ERTES, ha supuesto para mucha gente un periodo vacacional extra. Pero todo se acaba (por fortuna en este caso) y la vuelta al trabajo va a producirse. Para que esta vuelta a la normalidad no nos pese hay que saber unas pautas sobre cómo prevenir el síndrome postvacacional.
El primer objetivo debe ser evitar que aparezcan los primeros síntomas de este trastorno. Esto es, el malestar general y los cambios de humor, que pueden derivar en situaciones más graves. Hay que empezar por planificar el regreso. Según los expertos, es importante no apurar y volver de las vacaciones el día de antes a la reincorporación, es mejor hacerlo 48 horas antes y empezar a mentalizarse. También es muy importante la organización. Retomar todos los aspectos pendientes el primer día puede hacer que aparezcan los primeros síntomas de estrés. Es mejor priorizar e ir haciéndolo todo poco a poco.
Es clave reordenar la vida. En las vacaciones es frecuente trasnochar, comer y beber con más frecuencia fuera de casa. El primer paso es ajustar las horas de sueño y, para lograrlo hay que tratar de renunciar a la siesta. La reducción de la ingesta de alcohol y de cafeína también es importante, su consumo ayuda a la aparición de ansiedad, apatía y depresión. Y justo eso es lo que hay que intentar evitar.
Deporte y paciencia respecto al síndrome postvacacional
Para saber cómo prevenir el síndrome postvacacional hay que tener en cuenta dos últimos aspectos. Hacer deporte tiene muchos beneficios. Las personas que realizan ejercicio físico suelen sentirse más felices y, además, liberan el estrés que puedan acumular en la rutina de trabajo diaria. Por último hay que armarse de paciencia. Este síndrome es pasajero y, según el trabajador vaya adaptándose de nuevo a su trabajo, los síntomas irán desapareciendo. Si se alargan durante más de seis meses, no obstante, será recomendable acudir a un especialista.
Este síndrome es más frecuente que aparezca en mujeres que en hombres. Además, es más común que se dé en empleados que tienen una visión negativa de su trabajo, no se sienten realizados y acudir a él supone una obligación.
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