Rusia fue el primer país en sacar adelante su vacuna frente al Covid-19, la Sputnik V, aunque son muchas las dudas sobre su eficacia real. Ahora ha sido China quien anuncia que patenta su vacuna contra el coronavirus. Al mundo le da igual quién sea el primero; sólo interesa que la vacuna sea eficaz y accesible.
Es evidente que patentar una vacuna no implica necesariamente que haya superado todas las fases y esté disponible para la población. Es más, en el caso concreto de la vacuna que presenta la biofarmacéutica china CanSino Biologics, se sabe que se encuentra en su tercera fase de desarrollo. Eso sí, la prensa de China afirma que en breve podrán producirla en masa.
Igual que ocurrió en Rusia, el Gobierno comenzó a probar la vacuna a finales de junio en miembros del Ejército chino. En cualquier caso, previamente dio buenos resultados en ratones. Supuestamente, dicha prueba se produjo después de que descubrieran un anticuerpo monoclonal que podía neutralizar de manera eficiente el virus.
Para la OMS esta era, a diferencia del Sputnik V ruso, una de las seis vacunas más avanzadas. De todas formas, no hay que echar las campanas al vuelo todavía aunque sea un hecho que China patenta su primera vacuna contra el coronavirus. Los autores subrayaron que ningún participante en las pruebas de fase dos estuvo expuesto al virus después de la vacunación, por lo que no es posible aún determinar si el candidato a vacuna protege eficazmente contra la infección del SARS-CoV-2.
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