Uno de los países que más antivirales está creando es allí donde todo empezó. China lanza su quinta vacuna contra el coronavirus. Un vial autorizado para su uso de emergencia y que es de bajo coste. Se trata de un fármaco de nueva generación que se ha creado a partir de pequeñas unidades proteicas. Puede considerarse pionera ya que es la primera de estas características a la que las autoridades sanitarias chinas dan luz verde.
El reciente remedio utiliza algunos componentes del virus. En concreto la ya conocida proteína espiga. Con ella se pretende provocar una respuesta del sistema inmune que prepare al organismo en caso de que el patógeno intente entrar de verdad. No es el único aspecto que la diferencia de las demás. Su coste es netamente inferior al de las otras vacunas que ya han sido aprobadas. Como en toda moneda, también hay un aspecto negativo. Para que sea efectiva requiere que se administren varias dosis de refuerzo.
Quinta vacuna
China lanza su quinta vacuna contra el coronavirus, esta de ‘low cost’. Los ensayos con el antiviral ya estaban en marcha en noviembre en países como Ecuador, Pakistán o Uzbekistán. Precisamente en este último punto también se ha aprobado el uso de este fármaco en la población. Pese a lo que ya puede considerarse un amplio abanico de posibilidades, hay que recordar que el gigante asiático tiene que vacunar a unos 1.000 millones de personas. Este es el motivo por el que los laboratorios siguen a pleno rendimiento para acelerar la campaña de inmunización.
El objetivo es claro. Un 70% de la población debe de estar vacunada a final de año, y para eso hacen falta muchos millones de viales. En ello están. Hasta 16 proyectos de vacunas contra el coronavirus están en marcha en sus fases de ensayos en humanos.
