Los productos lácteos pueden causar graves inconvenientes en el caso de aparecer intolerancia. Por norma general, las personas que son conscientes de que la padecen toman las medidas alimentarias necesarias. El problema viene con los alimentos con lactosa oculta. Son aquellos que pensamos que no pueden tener esta azúcar natural y los comemos. Algunos puede llegar a imaginarse que tengan lactosa, otros son una auténtica sorpresa.
Para empezar está el pan de molde, al que se le añade lactosa para mantener su humedad y ternura. Una de las primeras sorpresas está en los productos cárnicos. Este azúcar natural es un conservante en algunos embutidos como el salami, el chorizo y el salchichón. Gracias a ella se enmascaran compuestos amargos utilizados en la carne picada, las hamburguesas y las salchichas. Uno de los que sí podría pensarse que tuviera lactosa es la bollería. No sólo la tienen los evidentes como el flan o las natillas, también los elaborados a partir de huevo y espesantes como helados cremosos o chocolates.
La lactosa también se usa como edulcorante en caramelos y chicles (con o sin azúcar), así como en productos de confitería. También se encuentra en las famosas barritas energéticas gracias a su bajo índice glucémico.
Precocinados y productos instantáneos
El listado de alimentos con lactosa oculta también incluye los precocinados y los productos instantáneos. Entre los primeros podemos encontrarla en algunos platos de pasta o gratinados, los rebozados y hasta, sorpresa, en las patatas fritas en su formato de aperitivo. Entre los segundos se suele usar en preparados que se toman al instante como café, cacao en polvo, sopas, cremas y purés.
Una sorpresa para acabar, las bebidas alcohólicas. La caseína y la albúmina, ambas proteínas de la leche, suelen utilizarse en la elaboración de algunos vinos, cervezas y otras bebidas alcohólicas. Entre estas últimas encontramos, sobre todo, las más dulces.
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