La carrera por la vacuna que frene definitivamente al Covid-19 está en pleno esprint. Son varios los remedios que se están desarrollando en fases finales y que podrían estar disponibles para Navidades. Pero, claro, las prisas no son buenas y pueden aparecer piedras en el camino. La alerta por la muerte de un voluntario de la vacuna de Oxford ha vuelto a poner el foco sobre AstraZeneca.
Fueron las autoridades sanitarias de Brasil, país en el que se está testando masivamente la vacuna, quienes han anunciado el fallecimiento de uno de los voluntarios que participaban en los ensayos. En cualquier caso, se ha confirmado que el estudio seguirá adelante según lo previsto. ¿Cómo puede ser? Pues porque según publica ‘O Globo’, el paciente falleció por causas ajenas a la vacuna, dado que pertenecía al grupo que recibió un simple placebo.
Recibió un placebo de la vacuna de Oxford
En un comunicado, la Universidad de Oxford enfatiza que los incidentes con los participantes en el grupo de control son supervisados por un comité independiente y que la “revisión cuidadosa” no ha generado hasta el momento preocupaciones sobre la seguridad del ensayo clínico.
Resulta que el voluntario de la vacuna de Oxford que ha muerto era un joven médico (28 años) que se habría contagiado de Covid-19, falleciendo a causa de sus complicaciones. Quizá si le hubiera tocado participar como miembro de otro grupo diferente al de control, se hubiera salvado.
Hay que recordar que Brasil es el tercer país con más casos confirmados de Covid-19 (5.300.000) y el segundo en mortalidad (155.000). Esto siempre que sean de fiar las cifras de países como India o Rusia, algo muy poco probable. En Europa, y con mucha diferencia, es España el país al que más ha afectado la pandemia por uno u otro motivo aunque es estén ocultando decenas de miles de decesos.