La dieta del grupo sanguíneo, también llamada del Dr. Peter J. D’Adamo, clasifica a las personas según su grupo sanguíneo. Muchas personas la emplean para adelgazar, aunque realmente no sería la más adecuada para ese fin.
Los defensores de la dieta del grupo sanguíneo aseguran que tienen algunos efectos beneficiosos importantes para la salud:
- Potencia la salud gastrointestinal, que se traduce en una mejor digestión y ritmo intestinal (especialmente el estreñimiento), y una reducción de la acidez gástrica y los gases.
- Estabiliza los niveles de azúcar en sangre y con ello evita el desarrollo de sobrepeso, resistencia a la insulina y diabetes.
- Mejora la capacidad de concentración, gracias a la disminución de la demanda excesiva de sangre al aparato digestivo que puede entonces dirigirse al cerebro.
Para el grupo A
Son personas con buena tolerancia a regímenes vegetales y el pescado, con una pobre asimilación de la carne y los huevos. La carne de ave la llevan mejor.
Les conviene cuidar el aporte de antioxidantes en la dieta, así que puedes introducir en tu dieta el té verde, brécol y arándanos.
Para el grupo B
Lo marcan como el grupo ideal para seguir una dieta ovo-lacto-vegetariana, ya que su aparato digestivo está adaptado a la leche y los huevos. Toleran bien la mayoría de los vegetales, aunque también la carne de cordero. Sin embargo, se supone que no llevan del todo bien los cereales, salvo la avena, espelta y mijo.
Para el grupo AB
Presenta una mala digestión de la carne y una buena tolerancia a la leche y los derivados lácteos. Es recomendable que tomen mucho ajo y té verde, mientras deben descartar lo máximo posible azúcar, edulcorantes o harinas refinadas.
Para el grupo O
Toleran bien la carne, el pescado y los quesos de cabra y oveja. Sin embargo, otros lácteos, las legumbres (excepto alubias) y los cereales les suelen sentar peor.
Por otro lado, deben incluir en su menú el ajo y la cebolla.
